En UNITOD apoyamos la funcionarización. Queremos y creemos que es posible que funcionarios y laborales con las mismas funciones y trabajos (áreas de Administración, Bibliotecas e Informática) deban tener las mismas condiciones y oportunidades.
¿Podemos superar la división entre los trabajadores UPM? ¿Queremos?
¿Qué piensa el resto de sindicatos presentes en los órganos de representación de los trabajadores? NO. Así lo demuestran una y otra vez votando en contra de iniciativas en este sentido:
El pasado 27 de noviembre de 2024, la Junta de PTGAS votó en contra de la propuesta de UNITOD de Proponer a Gerencia valorar los servicios efectivos prestados y reconocidos en los próximos concursos, tanto en el ámbito funcionario como laboral en la UPM de las escalas de administración, bibliotecas e informática.
Proceso de Funcionarización en la UPM
El objeto de debatir este punto viene originado por el proceso de funcionarización que se ha planteado para las escalas de administración, biblioteca e informática. Este proceso está dirigido al personal laboral fijo que, en forma de concurso oposición con valoración de la experiencia profesional, adquirirán la condición de funcionario. Según el programa del próximo Rector Óscar García Suárez, supondrá la amortización de plazas PTGAS Laboral y dotación de las mismas en la RPT de PTGAS Funcionario.
Además de los trabajadores con plaza fija de laboral, existen personas realizando estas funciones en contratos de relevo y otros, cuya experiencia no se valora en las convocatorias de plazas libres. También se está planteando usar la lista de funcionarios interinos para cubrir contratos de relevo en estas áreas y su experiencia no contaría a día de hoy si accedieran a dichos contratos.
Entendemos que es de justicia que se valore su experiencia laboral en las próximas convocatorias libres en funcionarios. En las bases específicas de cada convocatoria se podrán establecer diferentes baremos según esta experiencia profesional, como sí se hace en Asesor Letrado o como se hacía anteriormente con los servicios previos reconocidos al amparo de la Ley 70/1978.
Punto de vista laboral
Los laborales que ejercen tareas de funcionarios por obra y gracia de Gerencia, que en un momento dado decidió que era buena idea destinarlos para estos menesteres, están condenados a no poder asumir jefaturas (organizadas jerárquicamente por la normativa de función pública) ni obtener mejoras porque la propia Gerencia estima que no se les debe conceder complemento alguno (especialización, dirección… recogidos en Convenio). No complementos. No promoción horizontal.
Punto de vista funcionario
Acceder a la condición de funcionario ha sido un proceso largo y tedioso, asumiendo un extenso temario para poder aprobar la oposición. Sin embargo hay personas con contrato laboral que han accedido con procesos más sencillos y realizan las mismas funciones, cobrando más, y con la ventaja de poder jubilarse anticipadamente gracias a los contratos de relevo.
Punto de vista de UNITOD
En UNITOD entendemos que no debe existir personal laboral desempeñando funciones o puestos clasificados como propios de personal funcionario, tal y como se establece en el EBEP. La UPM estableció ya en 2007 que las vacantes que vayan produciéndose en las especialidades de administración, bibliotecas e informática serían amortizadas, sin embargo esta situación irregular ha perdurado durante años, manteniendo una guerra artificial entre personas que deberían pertenecer a un único colectivo.
Las grandes excusas caen por su propio peso: por un lado entre un C1 laboral y un C1/17 funcionario la diferencia salarial son 335 € brutos anuales y por otro lado, convocatoria tras convocatoria de méritos de funcionarios, quedan plazas desiertas de grupos 20 y 22. Por eso somos partidarios de un proceso voluntario de funcionarización y equiparar el complemento específico en esta cuantía para alcanzar la igualdad real de una vez por todas.

Grandes sindicatos a la deriva en la UPM
Los dos órganos de representación del PTGAS de unos y otros se enrocan en la pérdida de efectivos o en evitar competencia en las convocatorias mientras que la desigualdad y la injusticia siguen presentes. Esta actitud mantiene y alimenta una guerra artificial (divide et impera) que, lejos de representar el sentir real de uno y otro colectivo, responde a intereses que no tienen que ver con el bienestar de los trabajadores, sino con el mantenimiento de sus propias estructuras de poder, poniendo de manifiesto el divorcio entre los intereses de la clase trabajadora y los intereses de los grandes sindicatos.